sábado, 23 de octubre de 2010

CRÓNICA DEL PRIMER PARTIDO DE LIGA CONTRA TALAVERA R.C.

Hermanos Dragones:

Durante las zozobras de la pretemporada algún que otro roedor abandonó el barco común por la tronera de popa no fuera que nos fuéramos a pique con ellos dentro (autodesratización). Gracias al tesón del resto del club podemos decir riendo (una broma más) que fueron ratas precipitadas. No por eso hemos dejado de echarlos de menos, de estimarlos y de respetar su decisión (todos dejaremos algún día el rugby), aun así han de saber -paz y amor- que la redención pasa por la ciudad deportiva dos veces por semana: entrenamientos martes y jueves a partir de las 19:30.
Y hablando de redenciones y/o rehabilitaciones, cómo no resaltar que nuestro Paquito alias “Lupín” (Canis lupus detritus), cansado de ser el eterno proscrito de los entrenamientos, no sólo haya vuelto a hacerse visible sino que tuviera el tino de celebrar su cumpleaños (y no el de su abuela) la víspera de este primer partido de liga, invitando al gran desparrame a todo miembro de los dragones con edad menor o igual a 20 años (95% del equipo). Quería, sin lugar a dudas, demostrarnos algo además de desencadenar un ataque de ansiedad entre los jugadores “senior” que nos veíamos el domingo por la mañana perfectamente pertrechados para el encuentro pero sin equipo, cuatro abueletes en calzón corto (tiroleses suspicaces) para escarnio de la grada. Lo cierto es que a pesar de nuestros funestos vaticinios y de las presiones para posponer la fiesta, el cumpleañero y el resto de los chicos se presentaron puntuales en el vestuario mostrando madurez, compromiso y reconquistando, sobre todo Paquito, cierta credibilidad perdida. Ya veremos si este precedente resulta positivo o negativo para el futuro.
Inaugurábamos la liga contra Talavera R.C. bajo condiciones óptimas de humedad y temperatura, domingo radiante para la práctica del rugby. Minutos antes del inicio, durante el calentamiento, el árbitro vino a recordarnos las directrices para la vigente temporada, acordadas y divulgadas por la comisión de la federación extremeña. Le agradecimos el detalle sin sospechar el peso que esto iba a tener en el choque. Efectivamente, la primera mitad vino marcada por un aluvión de golpes de castigo sancionados “RqueR” contra el equipo local. El ímpetu visitante exigía ir al límite a nuestra delantera, más ligera e inexperta, llevándonos esto a incurrir en numerosos errores (viejos vicios vs nuevas directrices) interpretados como golpes reiterados por el árbitro. Esta circunstancia, rentabilizada en metros de progreso por las patadas de su apertura, más el mencionado y meritorio empuje de la delantera talaverana terminaban casi siempre sobre la mismísima línea de ensayo donde solo la defensa numantina de los dragones evitó la debacle total. No obstante, a pesar de la encomiable resistencia, hasta en tres ocasiones nos desbordaron anotando tres contundentes ensayos y sus respectivas transformaciones.
Con la excepción de un par de flashes, dos acciones rápidas de los “tercera” y tres cuartos de Zafra, la primera parte se jugó en lo más vulnerable del campo local; la posesión del oval, la iniciativa y el tanteo parcial fue para Talavera. Todo le era favorable para la segunda parte que, en cambio, fue nuestra.
No parece este el foro para desentrañar las alquimias psicológicas de un partido de rugby ni qué resortes colectivos o individuales se activan in extremis en un equipo avasallado y diluido en el primer periodo para que, de repente, se articule por completo, se reinicie, y devuelva golpe por golpe, punto por punto, el juego y dominio antes sufrido con el único objeto de remontar, de remontar y de remontar. Por tanto, nos ahorraremos entrar en las hipótesis de si Talavera acusó el esfuerzo realizado o si se confió o si especularon con el resultado o si simplemente se vieron sorprendidos o sobrepasados por nuestra reacción.
Los jugadores dragones empezamos a presionar la salida del balón, a anticiparnos por fin en los rucks, en los placajes, a hacer combinaciones con lucidez y criterio, a desenvolvernos, a estar a la altura de nosotros mismos. Al poco, tras un robo de balón en la línea de 22 rival por parte de Manuel Herrera y de una serie de jugadas de acoso derivadas de ello, el “Chimpo” ganó un ruck en la línea de marca talaverana facilitando que el primer centro abriese el oval al jovencísimo ala “Joze” que ensayó con suficiencia de veterano.
¡La remontada es posible! Rumiaban los delanteros locales casi en voz alta y claro que era posible. Zafra, de nuevo al ataque, actuaba al unísono, una empatía colectiva nos sincronizaba, nos leíamos la mente: Agustín ahora va a romper y choca y ahora va a pasarme y sé que a mi espalda corre mosqueado Manuel Herrera alias “el perdi” con cara de este ensayo no se me escapa, le abro el balón… ¡Y otro ensayo!
No hay cara sin cruz y si alguna hay no nos tocó a nosotros ese día; en una de las escasas veces que pisó Talavera nuestro campo en todo el segundo tiempo cometimos un error en una melé a 5 metros y nos ensayaron. Mazazo para todos. No se movería ya el marcador a pesar de que el resto del encuentro los locales seguimos peleando por anotar de nuevo, abnegados, avanzando una y otra vez hasta las inmediaciones de su línea de ensayo con épica pero sin fortuna. Posiblemente el mismo cóctel de adrenalina y entusiasmo que nos inspiró tras el descanso para dar la vuelta al resultado nos hizo precipitarnos al final, conscientes de que se nos iba el tiempo infructuosamente.
Fin del partido con sabor agridulce, mal resultado (quizá merecimos más) buenas sensaciones. Felicitaciones a Talavera por su victoria y el juego limpio. Un encuentro bonito con una mitad para cada equipo que debe servirnos de estímulo: la certeza de que algún día seremos buenos pudo vislumbrarse en bruto durante algunos minutos del choque; queda trabajar, tallar, pulir, descubrir… Y siempre dependerá de nosotros mismos.

Gran trabajo de Pepe pupairiño, de Paco, de Agustín (completísimo), de Antoñito “isn´t”, de Manuel Herrera, de “Joze” (gran placaje) y del resto.

viernes, 8 de octubre de 2010

ENTRENAMIENTOS

Esta semana entrenaremos tres días:

Martes 12, de 17:30 a 19:30
Miercoles 13 y Jueves 14, de 20:00 a 21:30

Sed puntuales

jueves, 7 de octubre de 2010

Crónica VII torneo de Rugby Feria de San Miguel.

¿Quieren vivir al filo de la navaja? Únanse al Club de Amigos del Rugby Dragones de Zafra. A menudo me pregunto si no fue nuestro subconsciente global de especie amenazada lo que nos llevó a hacer coincidir el torneo de rugby a 7, celebración fin de temporada, con la fiesta en Zafra “de la luna al fuego”. Siempre al borde de la extinción, en un entorno radicalmente indiferente a nuestro deporte, nos sumábamos de esa manera a los rituales del solsticio de verano, agradeciendo los frutos del año para que astros, dioses, políticos y nuestras propias fuerzas volvieran a sernos propicias la temporada venidera (toda ayuda es poca).
Hasta ahora el milagro continua, seguimos existiendo, la suerte nos ha sonreído con trabajo y fe contra la lógica aplastante de los censos poblacionales, la futbolcracia y las apreturas económicas. Lamentablemente nacimos demasiado pronto para que además del entusiasmo de la novedad, especialmente fugaz en nuestra villa, nos beneficiara el estímulo de esta nueva liga extremeña con 7 clubes en liza, aquel primer equipo nuestro de 30 jugadores senior falleció de pura inferioridad y monotonía en un campeonato polarizado por Cáceres y Badajoz. Me gusta especular que de haber surgido hoy el club no hubiera sufrido retroceso alguno, alentado por el dinamismo de la liga autonómica ampliada. Por otra parte, nuestro nacimiento precoz quizá fue precursor de lo que hoy vivimos en nuestra región… Con lo cual para qué lamentarse.
Y ha de ser y ha sido hasta ahora, por supuesto, en el torneo de apertura, en el de feria, donde, año tras año, el milagro de nuestra existencia empieza a hacerse patente… Por eso en esta ocasión frente a Salamanca el número de jugadores que habitualmente entrenamos se vio multiplicado como panes o peces, los ancianos echamos a correr, donde hay niños aparecieron titanes e incluso hubo público hormigueando en las gradas. Hubo vida y esperanza y por ello hay que dar gracias, gracias a todos. Gracias especialmente a nuestros oponentes, el R.C. Salamanca, por el espectáculo que nos dieron. Fue un placer enfrentarse a un equipo tan joven y disciplinado, tan bien entrenado, con ese criterio de juego magnífico; rugby más que limpio impecable, moderno y repleto de recursos. Sin duda los envió algún demiurgo propicio, algún “gurú” impulsor del rugby para estimularnos, para recordarnos el camino y en qué consiste este deporte ¡qué ejemplo! Por eso hay que entrenar duro, por eso hay que estar concentrados en los entrenamientos, por eso hay que aprender, para ser como ellos. En la primera parte del encuentro, sus tres cuartos atacaron sin descanso respaldados por una delantera dinámica que no paraba de anticiparse a las dudas de los nuestros. Su apertura, que jugó de maravilla, supo explotar cada desajuste de posicionamiento local y con múltiples fases de juego propiciar el desgaste físico de Zafra, creando, además, mil y una situaciones de superioridad que culminaron con brillantez y contundencia. Transcurrida media hora de juego, los delanteros dragones, bastante cansados, comenzaron a emborronarse en una especie de dilución de responsabilidad que quedaba patente en acciones sin cabeza, mientras los jugadores de línea, desasistidos por tanto, trataban de achicar con un vaso las vías de agua que abrían los cañonazos rivales y cómo no, el barco se fue a pique.
En la segunda parte más de lo mismo, despliegue de ataque visitante con protagonismo, para variar, de su delantera en ráfagas de juego directo que también demostraron dominar para desaliento local. Zafra no obstante, siguió dando la cara con actuaciones memorables por parte de algunos de los más jóvenes del equipo, haciendo gala, además, de un gran espíritu de sacrificio frente a un adversario netamente superior y con ventaja clara en el marcador.
El balance para nosotros es extremadamente positivo, ha llegado la primera prueba del año y hemos salido airosos para continuar con el resto de la temporada y es cierto que nos faltó ritmo de partido, coordinación, cohesión, posicionamiento, criterio para la defensa y ataque, etc. Pero no es menos cierto que son defectos subsanables, lo básico, un equipo, estuvo plantado en el campo, un equipo vivo para seguir soñando y cuando digo vivo digo joven y cuando digo joven digo que crece y cuando digo que crece digo, en último extremo, que es invencible.
Nuestro medio es hostil, nadie se enfrenta a más adversidades que nosotros y, aún así, hemos llegado puntuales a nuestra cita con la liga, como vaya a ser su desenlace depende de nosotros, de nuestra intensidad, de nuestro compromiso ¿No es estupendo?